Un Ictus es un accidente cardiovascular que se produce cuando la circulación de la sangre se altera por algún motivo, sea por una obstrucción (ictus isquiémico, el más habitual) o por la rotura de una arteria. Las consecuencias pueden ser varias y graves.
Algunas investigaciones establecen que, en Europa, el Ictus es la primera causa de mortalidad entre las mujeres y la tercera entre los hombres. Se estima que una de cada cuatro personas sufrirá un Ictus a su vida. A pesar de esto, se calcula que un 90% de las defunciones por Ictus se podría evitar si se detectaran los síntomas en los primeros minutos. Por este motivo, es importante la información y sensibilización al conjunto de la población.
Detectarlo rápido
Ante un posible caso de Ictus, es básico actuar. Es recomendable aprenderse de memoria unos pasos a seguir para detectar la situación y evitar que tenga efectos más graves. Primero, se le debe pedir a la persona que realice tres acciones: Reír, Levantar los brazos y Hablar. Si la persona tiene dificultades para realizar alguna de las acciones o las hace de forma extraña, puede significar que está sufriendo un Ictus y hace falta avisar rápido al teléfono de emergencias médicas 112.
La prevención es la clave
Llevar un estilo de vida saludable puede reducir los factores de riesgo de sufrir un Ictus. Es recomendable controlar la presión arterial, evitar fumar, controlar el peso, hacer actividad física, mantener una alimentación equilibrada, moderando el consumo de azúcares y de alcohol, y vigilar los niveles de colesterol.
29-10-2021
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